martes, 20 de septiembre de 2016

Resumen capítulo 9

LA TOMA DE DECISIONES
Las organizaciones también viven cotidianamente movidas por decisiones que se suceden sin interrupción. Se decide producir, vender, publicar, sostener a los empleados, acercarse a los clientes, mantener cierto precio por sus servicios o incrementarlos, mejorar la calidad de su gestión, etcétera. Hablar de decidir es hablar de nuestra capacidad para marcarnos metas y objetivos y para elegir el camino que nos conduzca hasta ellos.
Decidir es en parte cuestión de contar con una buena técnica que nos permita acercarnos a las situaciones de la mejor manera posible, valorarlas de la forma más realista y generar las alternativas que más nos convengan.
A veces, las decisiones aparecen como una manera de incrementar nuestra presencia, nuestro poder o nuestra simpatía.
Niveles de decisión. Los pasos de la toma de decisiones
Dentro de una organización tradicional, los niveles de decisión están estrechamente vinculados con los niveles jerárquicos de las personas. Sin embargo, en las últimas décadas esta concepción ha ido cambiando radicalmente, ya que se ha comprobado que las personas con mayor jerarquía no necesariamente son las que conocen mejor los problemas operativos de las organizaciones, ni las decisiones individuales son las más creativas y eficaces.
Las decisiones tienden también a tomarse en grupo, más que individualmente, pues el grupo puede enriquecer el proceso e imprimir mayor energía y compromiso.
Los pasos que generalmente se siguen en la toma de decisiones son:
1.    Determinar cuál es el sistema sobre el que se pretende establecer una decisión.
2.    Determinar quiénes serán idóneos para tomar las decisiones.
3.    Identificar las opciones o alternativas.
4.    Identificar los atributos u objetivos relevantes.
5.    Establecer algún mecanismo de ponderación de dichas alternativas.
6.    Elegir entre las alternativas aquella que mejor nos conduzca a los objetivos propuestos.
7.    Verificar el impacto de la decisión tomada para identificar los posibles ajustes que se requiera instrumentar.
La toma de decisiones lógica y la toma de decisiones emocional
Los sentimientos son indispensables para las decisiones racionales, ya que nos dirigen hacia la dirección adecuada, donde la lógica puede ser mejor utilizada.
La inteligencia emocional se basa en la habilidad de la persona para identificar sus propios estados emocionales, en la habilidad para manejarlos, para automotivarse, para reconocer emociones en los demás y para establecer relaciones interpersonales. El desarrollo adecuado de estas habilidades repercute favorablemente en la aptitud de la persona para elegir consistentemente las mejores alternativas al momento de decidir.
Técnicas para decidir
1.    Entrevistas a expertos que son considerados como tales por su amplio o profundo conocimiento sobre un tema en particular.
2.    Análisis de tendencias.
3.    La técnica Delphi (o Delfos), que consiste en presentar a un grupo de expertos las posibles alternativas ante una situación determinada, sin que ellos tengan acceso a comentar entre sí sus puntos de vista en relación con las posibilidades de elección.
4.    La técnica TKJ se emplea para detectar posibles causas de los problemas, así como para proponer soluciones a los mismos.
5.    El árbol de decisiones consiste en diagramar los eventos que se desencadenarían a partir de cada una de las alternativas que consideramos para solucionar un problema determinado.
Otros de los métodos que pueden emplearse son: la jerarquización analítica, los diagramas de influencia, los análisis de sensibilidad, los modelos probabilísticos, la simulación de impacto cruzado, el método de Markowitz y los métodos de Fishburn.
Estilos comunes en la toma de decisiones en las organizaciones
1)    Autoritario.
2)    Administración participativa.
3)    Decisiones por mayoría.
4)    Cabildeo.
5)    Consenso o unanimidad.
6)    Concordancia.
Repercusiones psicológicas de los diferentes estilos de la forma de decisiones
Los estilos de la toma de decisiones por consenso y por concordancia se apoyan en los siguientes principios, los cuales constituyen una base sólida para las creencias en torno a la capacidad de los individuos para tomar decisiones:
1)    Todos los individuos pueden elegir o decidir acerca de todo lo relacionado con su vida y con su permanencia en una organización.
2)    Todos los individuos tienen derecho a tomar decisiones, manteniendo la ética y el bien común como guías.
3)    Quienes no poseen la habilidad o los conocimientos necesarios para tomar decisiones adecuadas, tienen el derecho de ser preparados.
4)    Los individuos pueden desear la ayuda de otras personas de su elección.
5)    En organizaciones en las que hay individuos con discapacidades intelectuales, ellos pueden comunicar sus elecciones, deseos, gustos y desagrados en formas diferentes.
6)    La normalidad que regula la vida de la organización debe reconocer esta independencia natural y dar un estatus y validación a las decisiones con soporte.
7)    Todos los adultos tiene derecho a tomar decisiones con el apoyo de un sustituto.
8)    Las decisiones en grupo son superiores a las individualidades comúnmente.
9)    Los líderes son los responsables de que las decisiones sean tomadas a partir  de análisis concienzudos.
El poder de decidir
Cuando una persona es capaz de decidir sobre un aspecto determinado de su entorno o de su vida, su autoestima crece hasta proporcionarle una mayor seguridad acerca de su competencia, lo cual a su vez repercute en tener una confianza mayor.
Una de las recomendaciones que debería seguir cualquier directivo que desee una organización poderosa es permitir que las decisiones sean tomadas en el nivel organizacional más bajo posible.



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